* La imposición de aranceles pone en riesgo a una de las regiones más competitivas del
mundo, y afecta la competitividad de las empresas, generando costos adicionales que
pueden traducirse en pérdida de empleos y menor poder adquisitivo de las familias.
* Es urgente y necesaria una estrategia integral entre gobierno y empresarios que fortalezca
nuestro mercado interno. Solo con certeza jurídica, seguridad y energía confiable
podremos atraer más inversión, generar empleos y consolidar a México como un socio
clave en la región.
La imposición definitiva de aranceles del 25% por parte del Gobierno de Estados Unidos a las
exportaciones mexicanas, representa una amenaza directa para la competitividad de
Norteamérica y la estabilidad económica de nuestro país. Esta medida unilateral genera
incertidumbre, afecta el comercio regional y compromete la integración productiva que ha
permitido el crecimiento compartido durante décadas.
Desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), encabezada por
nuestro presidente Juan José Sierra Álvarez, rechazamos esta decisión, pues su impacto será
adverso tanto para la economía estadounidense como para la mexicana. Las exportaciones de
automóviles, autopartes, computadoras, electrodomésticos y productos agrícolas sufrirán serias
afectaciones, lo que podría traducirse en una severa desaceleración económica en un contexto
en el que nuestra economía ya mostraba signos importantes de debilidad.
El encarecimiento de los productos debido a estos aranceles, perjudicará a consumidores y
empresas en ambos lados de la frontera. En el caso de México, el tipo de cambio podría verse
presionado, generando volatilidad financiera y obstaculizando el crecimiento. A su vez, los
bancos centrales enfrentarán dificultades para reducir tasas de interés, prolongando un entorno
restrictivo para la inversión y el comercio.
Ante este desafío, es fundamental que el Gobierno de México utilice los mecanismos del T-MEC
para impugnar estas medidas y emprenda un esfuerzo diplomático que defienda los intereses
nacionales. Pero más allá de responder a esta coyuntura, es urgente y necesaria una estrategia
integral que fortalezca nuestra economía. Solo con un mercado interno sólido, certeza jurídica,
seguridad y un suministro energético confiable, podremos atraer inversión, generar empleo y
consolidar a México como un socio estratégico en la región.
El gobierno de México junto con el sector privado, debemos definir las estrategias y las
soluciones a estos desafíos que ponen en riesgo el bienestar de los mexicanos.
Los aranceles afectan la integración económica y no solucionan los retos compartidos entre
ambos países, como la seguridad y la migración. La competitividad de Norteamérica depende
del libre comercio y de un marco regulatorio que fortalezca la inversión y el empleo. Las empresas
de ambos lados de la frontera deben permanecer unidas para defender la relación comercial que
ha generado beneficios tangibles durante décadas.
México no debe limitarse a reaccionar ante decisiones externas; debemos trabajar en fortalecer
nuestras propias capacidades económicas. Insistimos en que la mejor manera de fortalecer la
economía mexicana radica en garantizar condiciones propicias para la inversión.
El comercio no es el problema, sino parte de la solución. Apostar por barreras arancelarias
implica un retroceso que socava la confianza de los inversionistas y debilita las cadenas de valor
compartidas. América del Norte ha consolidado una red de producción compartida donde las
empresas de México, Estados Unidos y Canadá dependen entre sí para fabricar bienes
estratégicos y juntos hemos fortalecido la región.
La integración productiva ha sido pilar clave para el crecimiento y resiliencia económica de la
región; desmantelarla sería un error que impactaría negativamente a todos los países
involucrados y nos reduciría competitividad frente a otras regiones como Europa y Japón.
Es indispensable apoyar a las empresas establecidas en México para que puedan desarrollar
cadenas de suministro alternativas para reemplazar las importaciones de Estados Unidos
afectadas por aranceles compensatorios que imponga México y, por otra parte, a las empresas
exportadoras para abrir mercados alternativos en Europa, Asia y América Latina.
Convocamos a todos los sectores económicos en toda la región a cerrar filas en defensa del libre
comercio y el desarrollo económico de México. Superar este reto exige visión estratégica, firmeza
y acción conjunta. Desde COPARMEX, reiteramos nuestro compromiso de impulsar soluciones
que permitan a las empresas y trabajadores prosperar en un entorno de competencia justa y
reglas claras. Sigamos dialogando con el gobierno de EUA para enfrentar los desafíos que se
nos presentan y encontrar soluciones que nos beneficien a todos.