Colima, Col., 15 de febrero de 2023.- El presidente del Comité de Productores Apícolas del Estado de Colima, Roberto Chávez Rincón, afirmó que el año anterior fue muy difícil para los apicultores, ya que la mortandad de abejas diezmó la producción de miel, la cual cayó a menos de la mitad.
Destacó que fueron millones de abejas las que murieron, señalando que cada colmena llega a tener hasta 25 mil abejas, “entonces perdimos alrededor de dos mil 300 colmenas, que multiplicado por 25 mil suman casi 60 millones de abejas las que se perdieron”.
Chávez Rincón dijo que lo más importante fueron las pérdidas económicas que dejaron de percibir a consecuencia de esa mortandad de abejas.
Ante la pregunta acerca de cómo se dio ese envenenamiento masivo de abejas, Roberto Chávez dijo que hay un producto químico que se utiliza para combatir las plagas del cocotero, que se llama Fipronil, que se utiliza en la palma brasileña, o palma enana como le llaman.
Ahí ya se tiene detectado con estudios, estudios de suelo, estudios de follaje, y otros tipos de estudios de diversos laboratorios “y nos dicen que esta es la molécula que más ha afectado.
“También hay otros insecticidas, hay foliares, hay para secar el zacate, herbicidas, entonces son varios los productos que nos están envenenando y a veces sin que se den cuenta los productores de coco; nosotros nos damos cuenta porque cuando vamos y revisamos al campo nos percatamos que las abejas se están muriendo y la producción baja”.
El presidente de los apicultores, dijo que los productores de miel “nos damos cuenta del nerviosismo de las abejas, nos damos cuenta que están siendo envenenadas”.
Señaló que los envenenamientos de abejas no son intencionales, “porque no los ponen para matar abejas, los ponen para matar el mayate prieto que afecta a la palma, ellos cuidan sus cultivos y lo aplican para cuidar su economía, pero eso en consecuencia, nos llevan al baile con las abejas, porque nos matan las abejas”.
Es decir, dijo, por un lado, están combatiendo las plagas en los palmares, “pero nos están matando las abejas”.
Reconoció que el problema no es sencillo, porque los productos que están utilizando los cococultores, “son productos legales, tienen el permiso para aplicarlo, lo que no tienen el permiso es para saber la cantidad de cómo se aplica, y esa es la responsabilidad que cada quien debe tener y las consecuencias que deben de asumir”
Señaló el presidente de los productores de miel de abeja, que esperan que con la reciente iniciativa que se aprobó en el Congreso del Estado mejore la situación de la apicultura en el estado de Colima.